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Arquitectos: OAB
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Fotografías:Dani Rovira
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Proveedores: Saflex
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El solar donde se halla el edificio objeto del concurso, había sido anteriormente la sede del Círculo Ecuestre, fundado en 1856.
El edificio, de estilo Neoclásico, se vino abajo durante la guerra civil, trasladándose la sede actual a la “Casa Pérez Samanillo” en 1950, en la confluencia de la Avenida Diagonal y la calle Balmes.
Con posterioridad al Círculo Ecuestre, tras la guerra civil, se convierte en la sede del Banco Hispano Americano, uno de los motores de la economía de la Posguerra española. El edificio se finaliza en 1955, tal y como lo encontramos en el momento de la convocatoria del concurso.
Presentado bajo el lema “Metrópolis”, en referencia a la película de Fritz Lang, el proyecto del concurso planteaba una actuación basada en el estricto cumplimiento de la normativa vigente. Sin embargo, a pesar de las modificaciones que sufrió el proyecto en su proceso de elaboración a causa de los nuevos requerimientos que se iban solicitando debido a la incorporación tardía de Mandarin Oriental, aparecía desde un principio un concepto que iba a permanecer hasta hoy; el acceso al edificio se entendería como una prolongación del Paseo de Gracia, y permitiría la introduciendo el “espacio público” dentro del edificio.
La clave de la intervención se halla en el carácter itinerante del Paseo de Gracia.
La intervención del Hotel Mandarin plantea desdibujar los límites entre el Paseo y el interior del edificio. Para ello, se propone la prolongación del Paseo a través de un itinerario arquitectónico que “introduce” el espacio público dentro del edificio. Se trata ofrecer al transeúnte una experiencia arquitectónica.
Se traza un eje longitudinal, que comunica el edificio desde la calle hasta el interior de la manzana. Este eje es un itinerario que recorre la siguiente secuencia:
1. El Paseo de Gracia:
Desde donde se produce el acceso.
2. La Fachada:
Su fachada, no se ajusta al paisaje modernista del paseo de Gracia, pero se ha respetado su memoria. La intervención ha consistido en conservar su Orden principal, pero se eliminado toda la ornamentación supérflua.
3. El Pórtico de Entrada:
La única intervención de relevancia se ha concentrado en abrir las ventanas de la planta baja para crear un pórtico de entrada con el objeto de procurar la permeabilidad desde el paseo hacia el interior, invitando al acceso.
4. Rampa de Acceso:
El acceso principal se produce a través de una pasarela aérea, que ofrece un recorrido ascendente, eliminando al entrada original de escalera imperial descendente. Esta operación proporciona una entrada “optimista” y permite el desembarque en una posición del edificio más centrada para resolver las circulaciones interiores.
5. Atrio de luces:
A través de la rampa de entrada se descubre el atrio de luces. La iluminación es natural y artificial. La primera se produce por la claraboya cenital de vidrio. La segunda, por los deslizamientos geométricos de los marcos de las ventanas de los corredores de acceso a las habitaciones. Esta solución permite la continuidad de la percepción espacial y sensorial entre el día y la noche. También ofrece una entrada escénica que marca la secuencia del tránsito entre el exterior y el interior.
6. Desembarque en planta mezzanina:
La entrada al recinto cerrado del hotel está situado en la planta altillo o mezzanina. Desde este distribuidor se resuelven todos los accesos a las diferentes dependencias del hotel. Desde aquí se descubre el doble espacio del antiguo Patio de Operaciones.
7. El antiguo Patio de Operaciones:
En este espacio se ha recreado con una nueva estructura e iluminación natural cenital, destinado a las dependencias más públicas de salones, restaurantes y cafetería.
8. El interior de manzana:
La cubierta del antiguo Patio de Operaciones es la terraza jardín en el interior de manzana, con la colaboración de Beth Figueras.
9. La fachada interior:
La intervención consiste en proporcionar un “velo” a la estructura original del edificio, conservando su volumetría. Un sistema de varillas metálicas permite control visual y lumínico.
10. El corredor-deambulatorio:
El acceso a las habitaciones se produce mediante un deambulatorio interior que en realidad es la fachada interior del atrio de de luces. Se descubre de este modo una nueva percepción de este gran espacio. Si a través de la rampa la visión es global y completa, desde el interior es fraccionada y cinética.
11. La Cubierta:
La cubierta recoge bajo una volumetría limpia, geométrica y compacta, una inmensidad de elementos de servicio. Además, la solución de la sección también permite una plataforma- mirador a la ciudad. Una lámina de agua y una franja de vegetación distancian al visitante del plano vertical de la fachada y contribuye a contrarrestar el efecto inhóspito de las cubiertas a gran altura.
El Programa
Sobre un total de más de 17.000 m2, la planta baja del hotel se destina al gran salón (1.300 m2), pero combinará usos de cafetería y restaurante en el mismo espacio. Las cocinas se hallan, una, en la planta baja para el restaurante y cafetería, y la otra, en la planta altillo para la cocina de autor. En la planta mezzanina del antiguo patio de operaciones se encuentran los espacios más exclusivos y privativos del hotel. Desde la planta mezzanina se puede acceder a través las escaleras situadas en cada uno de sus patios laterales a la cubierta de la planta primera, destinada a la terraza-jardín, de más de 600 m2.
Desde la planta primera a la octava se encuentran las 102 habitaciones del hotel. A cada planta se accede desde dos núcleos de accesos, uno para clientes y otro de servicio.